La Santidad

Hno. Gamaliel Barajas Meza 05 Octubre 2018

ASI que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable á Dios, que es vuestro racional culto. Y no os conforméis á este siglo; mas reformaos por la renovación de vuestro entendimiento, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Romanos 12:1,2

Bendecid á los que os persiguen: bendecid y no maldigáis. Romanos 12:14

En el Antiguo Testamento, el Señor dijo en Isaías 1:19,20 “Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra: si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos...” Decía al pueblo que si no se arrepentían, todos igualmente perecerían; esto de retomar las Sendas Antiguas es de vida o muerte, porque si no se hace, se va al fracaso. Nadie nos engañe, si no se retoma lo que se ha dejado, puede ser que cuando se toque fondo, solo queden reliquias y Dios levante a otras personas, entre ellas Pastores. Este mensaje es para que todos tomemos conciencia, desde Junta Representativa, hasta el último Miembro de la Iglesia, los que han dejado el camino, los que participan de Santa Cena, pero andan en caminos equivocados, dijo el Señor: “(…) si no os arrepintiereis, todos pereceréis igualmente”, (San Lucas 13:3), esto espanta y tiene que angustiar, pero “(…) Con amor eterno te he amado; por tanto te soporté con misericordia”, (Jeremías 31:3) y todavía Dios sigue hablando, debemos pedir que no deje de hacerlo, porque cuando Dios dejó de hablar al pueblo hubo un silencio de 400 años. Ese fue ya un juicio de Dios y el día que no nos hable, lloremos amargamente, vistámonos de saco, sentémonos en ceniza, postrémonos entre la entrada y el altar y lloren los Sacerdotes.
Desde el día en que Dios trató con el hombre, ahí estaba La Senda y San Pablo en el Nuevo Testamento dice: “Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo”, (2ª Timoteo 2:19), eso son las Sendas Antiguas, el vivir en Dios, en su Palabra. Sería exagerado decir que el pueblo de Dios no ha creído y enseñado la Santidad tal como la Biblia la presenta, algunos la han tergiversado, pero ya está escrito que oirían a espíritus de error a doctrinas extrañas, (1ª Timoteo 4:1), porque entrarían encubiertamente maestros falsos, tomando dominio la filosofía. Por esa razón esas ideas extrañas religiosas y filosóficas han alterado la Doctrina de la Santidad.

1. ¿Qué es Santidad? Significa: Apartado, la palabra hebrea que se traduce por santidad, tiene tres significados: Irrumpir con esplendor, separación y elevación y algo nuevo, fresco y puro. Entonces Santidad es pureza ceremonial o moral, lo opuesto a lo feo, a lo contaminado, a lo sucio y a la oscuridad.

2. La Santidad de Dios, Levítico 19:2. Es su naturaleza misma, Santo es Dios y no existen en Él sentimientos malos, ni perversos. Cuando Jesús estuvo en la tierra fue tentado en todo pero sin pecado, (Hebreos 4:15), cuando el hombre tiene la Gracia que Dios le da de verlo dice: “(…) Ay de mí! que soy muerto; que siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos..”, ( Isaías 6:5) que Dios tenga Piedad de nosotros y si nos deja ver su Gloria sepamos Quién es de Dios, no es otro, es el completamente otro, no es un ser humano, hay que saber cómo nos acercamos a Él. El diablo es un ser corrompido, padre de mentira, perverso y de una naturaleza sucia, por tanto sus servidores son sucios.
En Amós 4:2, cuando el Profeta dice que Jehová juró por su Santidad, está diciendo que ha Jurado por sí mismo, por su Deidad. Esta es su naturaleza, la Santidad, no es una cualidad, es todo lo que Él es: Santo, en la literatura de los rabinos judíos el nombre que con más frecuencia usan para referirse a Dios es: El Santo de Israel, “Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos…”, (Isaías 6:3) y Él dice: “Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos limpias, sin ira ni contienda” (…) “Asimismo también las mujeres, ataviándose en hábito honesto…”, (1ª Timoteo 2:8,9) porque se van a allegar al Santo de los santos.

3. Dios demanda santidad de su pueblo. 1ª Tesalonicenses 4:3-5. La Santidad es lo que Dios pide a su pueblo, el estilo de la vida del pueblo de Dios debe ser en la luz (San Juan 8:12). “(…) la voluntad de Dios es vuestra santificación: que os apartéis de fornicación”; en el aspecto espiritual: “Adúlteros y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad con el mundo es enemistad con Dios?...”, (Santiago 4:4); en lo físico, también el adulterio o amor libre y muchas cosas más, son suciedad. El cristiano es la Iglesia del Cordero que Él compró con su Sangre, (Efesios 5:27). No es propio que en el MIEPI haya personas en adulterio, fornicación, muchachos que fornicaron antes de casarce y los Pastores les hacen fiesta y toda la Iglesia cooperando para ello, cuando Dios demanda a su pueblo pureza, limpieza y los que servimos a Dios, sabemos que le servimos en el Pacto de la Sangre de Jesús.

4. Qué es la contaminación y la impureza y qué es lo que lo provoca. Cristo habló de algo que contamina al hombre y dijo que no es lo que entra sino lo que sale del corazón, (San Marcos 7:18-22), esto es lo que le quita la Santidad, (Levítico 18:20-26). El Señor reprueba el adulterio y todo acto sexual fuera del matrimonio, porque esto aparta de la santidad, es pecado y contamina al hombre, lo vuelve inmundo a los ojos de Dios, lo indispone para la comunión con Él, por eso si se ha dejado la Senda Antigua, hay que reconocerlo (Hebreos 12:14; San Mateo 5:8); pero si el pueblo peca, se contamina.

Hablando de la lepra, esta es una enfermedad incómoda y peligrosa, esto mismo es el pecado, porque hay abominación, putrefacción, lo contrario a la Santidad, dijo el Señor: “(…) no hay en él cosa ilesa, sino herida, hinchazón y podrida llaga: no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite”, (Isaías 1:6) así cuando se ha pecado, hay putrefacción, mal olor. Por eso, si no se regresa a las Sendas Antiguas, se muere; en el caso de los leprosos solo un milagro los podía salvar y cuando el hombre se enferma de pecado, solo Dios y Él está dispuesto, si pecado hemos “(…) abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”, (1ª San Juan 2:1), “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad”, 1ª San Juan 1:9.

¿Cómo recuperar la Santidad? El Ministerio tiene mucha responsabilidad, si el pueblo se pierde o si se va, por eso se debe temblar, muchas veces no se actúa porque se tocan ciertos intereses económicos, cuando Jesús hizo la limpieza en el Templo, ahí había intereses económicos, dineros que entraban, el Ministerio es responsable, por eso, oremos por MIEPI.